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Publicado el febrero 28, 2022
La instalación de paneles solares es muy sencilla de mantener, en este artículo te daremos las claves para tener siempre a punto tus placas y así aprovechar el máximo rendimiento posible.
El mantenimiento de las placas incluye la limpieza y sustitución de algunos elementos deteriorados con el paso del tiempo. La finalidad de esto es garantizar la mayor producción de energía posible, así como obtener la mayor rentabilidad. Las placas solares limpias, producirán mucho más que unas cubiertas de residuos y polvo.
El estado de limpieza de los módulos fotovoltaicos es fundamental, elementos como el polvo, hojas y otros materiales, pueden opacar la superficie y limitar la producción de los paneles.
La limpieza de los paneles es muy sencilla, basta con tratarlos como si fueran los cristales de una casa, es suficiente con agua y una esponja suave que no raye la superficie, se puede añadir a este proceso una gota de jabón neutro, sin excesos.
Para ello, los paneles se humedecen con agua en abundancia, y posteriormente se procederá a frotarlos con delicadeza si hubiera suciedad incrustada. Si se añade jabón, se debe enjuagar hasta que no quede ningún resto del mismo.
También es recomendable revisar el manual de instrucciones del fabricante para consultar qué productos y materiales pueden usarse o no.
El horario que por condiciones climáticas es el mejor para realizar esta tarea, es por la mañana, ya que la temperatura de los paneles no será elevada y la instalación no se encontrará en pleno rendimiento, ya que el sol aún no ha llegado a su estado de radiación total.
Esta limpieza, recomendable 3 o 4 veces al año, se puede hacer a cargo de una empresa especializada o por cuenta del propietario, ya que la única dificultad que pudiera existir es la altura o acceso a los paneles.
La sustitución de elementos defectuosos, no se espera hasta pasados varios años desde la instalación, cabe destacar que por ley, los elementos de la misma tienen tres años de garantía en caso de fallo, si se han comprado a partir del 1 de enero de 2022, si la fecha de compra es posterior, será de dos años, siempre y cuando el daño no sea causado por negligencias sino por fallo del producto.
En el caso de las baterías y las placas solares, dependerá del fabricante, pero tienen una media de 10 años de garantía.
Para sustituir los elementos dañados, es recomendable acudir a la misma empresa instaladora.
Con el fin de evitar que los elementos se dañen, es recomendable hacer una revisión anual de toda la instalación, desde la estructura de los paneles, a las baterías e inversores, cableado y demás componentes electrónicos.
Una buena salud de toda la instalación, se traducirá en una instalación rentable a efectos de producción, así como de la inversión.